Oración para que la presencia de Dios estremezca a Guatemala
Te alabamos y glorificamos, bendito Señor. Sólo Tú eres digno de ser exaltado para siempre y siempre. Hoy nos alegramos y regocijamos en Tus obras, en Tu fidelidad y no olvidamos ninguno de tus beneficios. Gracias por la vida que me has dado hoy, te alabo y te bendigo por mi familia, por mi fuente de ingresos.
Te agradezco por tener la oportunidad de orar con libertad por mí mismo y por poder interceder por esta hermosa nación que has confiado en mis manos. Yo bendigo hoy a Guatemala y te agradezco por llevar a cabo Tu buena, perfecta y agradable voluntad en esta tierra. Tus ojos se posan sobre nuestra tierra y ella responde a ti, se estremece por tu maravillosa presencia. Tocas los montes y éstos humean… cantaremos a Ti en nuestra vida. A ti, Dios nuestro cantaremos salmos mientras vivamos. Será dulce la meditación nuestra en Ti, ¡qué bueno has sido con nosotros!
¿Quién puede resistir estar ante Tu presencia, Santo de Israel y no temblar ante tu Santidad? Así Guatemala tiembla con tu visitación, ¡Ven, Jesús! Visita a Guatemala; haz conocida tu presencia en medio de todos los habitantes de esta hermosa nación. Nuestro cielo es Tu trono y nuestra tierra es el estrado de Tus pies. La vida de todos aquellos que hemos hecho a Jesús nuestro Señor y Salvador es tu casa… ¡La Trinidad de Dios habita en nosotros! ¡Qué sublime! Tu mano hizo todo esto, lo hiciste por el puro afecto de Tu voluntad y Te agrada que seamos humildes en espíritu y temblemos ante Tu Hijo amado, ante Jesucristo, la Palabra, el Verbo hecho carne. ¡Bendito Jesús, te alabamos y te exaltamos!
Dios Todopoderoso, Tú eres el Dios verdadero; Tú eres el Dios vivo y Rey eterno. Eres Dios fiel y Dios celoso, no darás Tu gloria a ninguno otro. A Tu ira tiembla la tierra y dices, “los dioses que no hicieron los cielos ni la tierra, desaparezcan de la tierra de Guatemala y de debajo de los cielos. Yo hice la tierra con Mi poder; Yo puse en orden el mundo y extendí los cielos con Mi sabiduría. A Mi voz se produce muchedumbre de aguas en el cielo y hago subir las nubes de lo postrero de la tierra; hago los relámpagos con la lluvia, y saco el viento de sus depósitos”. Sí, Señor, la tierra de Guatemala y todo lo que en ella hay es Tuyo, notificamos y proclamamos que Jesús es Señor de Guatemala.
Tú, Señor, te vengas de tus enemigos espirituales y con indignación llevas a cabo Tu juicio sobre ellos. Aunque eres tardo para la ira y grande en poder y misericordia, no tendrás por inocente al culpable. Tú marchas en la tempestad y el torbellino, las nubes son el polvo de Tus pies. Tú amenazas el mar y lo haces secar, agotas todos los ríos, haces temblar los montes en tu presencia y los collados se derriten delante de ti. Toda la tierra, el mundo y todos nosotros, sus habitantes, nos conmovemos delante de Tu presencia. ¿Quién permanecerá delante de Ti? ¿Quién quedará en pie cuando el juicio venga? Acuérdate, guatemalteco y guatemalteca, Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en Él confían.
Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza. Meditemos ahora en ello… Dios está en medio de Guatemala; no será conmovida. Dios nos ayudará al clarear la mañana.
Iglesia, Cuerpo de Cristo en Guatemala, LEVÁNTATE. Toca trompeta, suena la alarma, presentémonos todos con humildad y corazón sensible ante la presencia del Señor, porque Su obra sobre Guatemala está pronta. Sepamos, pues que Jehová nos ha escogido para Sí. Él nos oye cuando nosotros clamamos. Temblemos ante Su presencia y vivamos vidas en santidad. Pongámonos todos rápido a cuentas con Él, confiemos en Él y esperemos en Su fidelidad. Esta –la nación de Guatemala—es tierra santa, porque Su presencia está aquí. Amén.
¡JESÚS ES SEÑOR DE GUATEMALA